Breve historia del Trial
La primera referencia histórica que tenemos del trial la encontramos en la celebración de la competición escocesa Scottish Six Days Trial en 1909. Este campeonato, celebrado ininterrumpidamente hasta día de hoy con excepción de los períodos de entreguerras, evidencia la existencia previa en Escocia de este deporte de motor. En las siguientes décadas, el trial se populariza en distintos países europeos como Holanda o Francia, calando profundamente en España. En sus inicios, los pilotos utilizaban motos convencionales con motores de cuatro tiempos que adaptaban según el tipo de prueba. No es hasta 1960 cuando el irlandés Sammy Miller aligera su moto modelo Ariel HT5 y modifica la dirección para poder superar mejor los obstáculos y hacer giros más cerrados. El éxito de Miller llevó a los fabricantes a reducir el peso de sus motos y a la compañía Bultaco a fichar a Miller para el desarrollo de motos de trial modernas de dos tiempos.
Joan Soler y Martin Lampkin
Poco después, en 1964, los amigos y responsables de ventas y de exportación de Bultaco -CLIment y CEriola- inician la fabricación de botas y guantes para motocross que distribuyen a través de Bultaco. Grandes campeones de trial como como Yrjo Vesterinen, Bernie Schreiber, Manuel Soler y Martin Lampkin utilizaron esas prendas. CLICE era una realidad. En la década de los 70, otros fabricantes españoles empezaron a desarrollar motos de trial propias y los circuitos de todo el mundo se llenaron de Bultacos, Montesas y Ossas. A rebufo de estas marcas, célebres empresas japonesas como Yamaha, Suzuki y Kawasaki fabricaron sus propios diseños, aunque no se pilotaban tan bien como los modelos españoles. Fue entonces cuando Honda quitó a Miller a Bultaco y desarrollaron la TL250, una moto con un cuadro más liviano y una mayor distancia al suelo.
Honda TL250
En la década de 1980 España entró en una crisis económica que perjudicó directamente a los fabricantes, acabando con su reinado. En esa época, marcas italianas como SWM, Italjet y Fantic tomaron el relevo y comenzaron a ganar campeonatos. En ese momento, las motos de trial todavía tenían el mismo diseño que hizo famosa a Bultaco en los 60, aunque con menos peso, más potencia y suspensiones con recorridos más largos. Eso cambió cuando en 1984 Yamaha presentó el modelo TY250 con un monoamortiguador central y el asiento bajo, una revolución que el resto de fabricantes adoptó rápidamente para sus motos.